28 años, seis meses y 13 días han pasado desde aquel histórico 20 de abril de 1992. El contador pertenece al sitio oficial de la Exposición Universal, el evento que revolucionó para siempre la historia de Sevilla.
¿Quién no ha visto la imagen de Curro e inmediatamente ha pensado en Sevilla? El icónico personaje con su cresta de 5 colores fue la inspiración para el primer diseño que dio vida a GUASINEI. ¿Pero es nuestro querido Curro el mejor recuerdo de la Expo por su simpatía o por el abandono e inutilización de gran parte del legado de aquel evento histórico?
Retrocedamos un poco en el tiempo.
La transformación de Sevilla
En 1983 se confirmó la candidatura única de Sevilla para la organización de una Exposición en 1992 con motivo del V Centenario de la llegada de Colón a América bajo el lema “La era de los Descubrimientos”. El sitio escogido fue la Isla de la Cartuja donde se realizó un trabajo faraónico para crear el recinto desde cero. Se aprovecharon 250 hectáreas donde estaba el antiguo Monasterio de la Cartuja (actual CAAC), casi en ruinas, para realizar una rehabilitación total en lo que fue la mayor obra pública de la década en Europa.
Se transformó el trazado urbanístico de la ciudad hispalense con nuevas autovías, ronda de circunvalación y se amplió el aeropuerto. Se construyó la actual estación de trenes de Santa Justa, la tercera más importante de España, que se creó la infraestructura necesaria para el AVE, los primeros trenes de alta velocidad que comunica Madrid con Andalucía.
Curro, el embajador andalú
Se convocaron arquitectos y diseñadores de distintas partes del mundo para la creación de los 102 pabellones que se expusieron. La inversión total fue de unos 200.000 millones de pesetas en aquel momento (más de 1.200 millones de euros). Muchos países no creían en la capacidad de España de organizar el evento con éxito, allí apareció Curro. La mascota diseñada por Heinz Edelmann fue la encargada de promocionar la Expo por todo el mundo y rápidamente caló hondo en el corazón de los sevillanos.
Los 185 días que duró la Expo marcaron un indudable éxito en cuanto a la organización y visibilidad que alcanzó. Fue visitada por cerca de 41 millones de personas y 18 mil periodistas de 83 países. Durante seis meses, Sevilla y España fueron el epicentro del mundo.
Como ya hemos mencionado, el icónico CURRO fue la inspiración para el primer diseño por su representatividad y como homenaje de aquel 1992, año en el que también nació Javi Ros, creador de Guasinei. El primer modelo nació a partir de una camiseta creada por Javi por su 25º cumpleaños y que, gracias a su gran aceptación y demanda, dio paso a la fabricación de 15 camisetas que dieron nacimiento a la marca.
A través de la mascota tan representativa de Sevilla como Curro, buscamos difundir los valores que fomentamos en Guasinei como son la producción sostenible, ecológica, de calidad, innovadora y local y con un trabajo social colaborando con asociaciones que promueven la inclusión social y el beneficio de la sociedad. A su vez, también denunciamos el abandono de la mayor parte de las instalaciones de la Cartuja durante el paso de los años.
De los 102 pabellones que se construyeron, tan sólo quedaron 32 en pie. Basta con pasear por el Jardín del Guadalquivir o el Jardín de Americano para ver el abandono de las instalaciones y la decadencia de sus edificaciones que pone en evidencia la negligencia de las administraciones con respecto a esos lugares.
Este diamante en bruto que tiene Sevilla y la situación actual en la que nos encontramos, reabre el debate sobre el aprovechamiento de los diferentes espacios de la Isla de la Cartuja. Se multiplican los casos de comerciantes y productores locales que deben cerrar en medio de una pandemia, como denunciamos en nuestra anterior publicación. Llevamos tiempo reclamando a las autoridades la readaptación y facilitación del corredor de la Cartuja, al igual que el centro, como respuesta a las necesidades de la ciudad y el desarrollo de comerciantes y economías locales. El objetivo sería crear un nuevo espacio que brinde a los proyectos innovadores sevillanos y andaluces la posibilidad de desarrollar sus ideas.
No compartimos la idea de que todo pasado fue mejor. Nuestro homenaje a Curro y la Expo92 es una reivindicación de la enorme transformación que significó para Sevilla, pero también como inspiración a las nuevas posibilidades de incentivar un crecimiento local y justo.